
El
procedimiento de elaboración puede verse sencillo. Sin embargo, para que un
maguey alcance el punto exacto de maduración tiene que pasar entre
12 y 14 años; asimismo, el secreto para lograr que el maguey sea lo
bastante grande y produzca una buena cantidad de agua miel, se encuentra en la
forma de sembrarlo ya que es necesario hacer una excavación lo suficientemente
profundo y, por supuesto, un buen abono natural o en su defecto un
fertilizante.
Para que el
maguey pueda ser cortado y preparado para la extracción del agua miel, el
corazón (las pencas del centro) se encuentra delgado y alcanza un promedio de 1.30 metros de altura; eso
indica que está listo para ser “capado”, es decir, retirar la parte céntrica,
lo cual se realiza con la llamada “mojarra”, una cuchilla muy afilada y
puntiaguda; una vez que es cortada esta
parte, se raspa con la “cuchara” y se deja ventilar 15 días.
Ya listo para
ser raspado, todos los días se obtienen un aproximado de 2 litros, se utiliza
el “acocote”, que es el instrumento con
el cuál se retira el aguamiel del maguey, se vierte en un recipiente, de
preferencia grueso para poder lograr una buena fermentación; el promedio para
lograr esto es de unas 6 horas; cabe mencionar que la duración de vida promedio
después de ser raspado por primera vez es de 4 meses.

Dicha bebida
también es considerada y consumida por los habitantes de la región, por tener
propiedades curativas para los riñones y la diabetes. Sin embargo, el consumo
excesivo del mismo también puede causar enfermedades como cirrosis y gastritis,
por tanto se recomienda consumirlo con moderación.
La
producción y consumo de la bebida ha
sido considerada una buena fuente
económica y en especial para la familia
Vieyra que, a lo largo de estos 20 años,
ha sido considerada como una de las mayores productoras de pulque en la región.
Sin duda alguna una tradición que perdurará muchos años más para toda la localidad de Yebucívi.
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