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lmoloya de
Juárez se distingue por su variada riqueza cultural. El municipio cuenta con
innumerables centros de atracción turísticos, así también se caracteriza por
sus costumbres, tradiciones y por supuesto sus actividades.
Para muestra un botón: la localidad de
Santiaguito Tlacilalcali
sobresale en el oficio de la alfarería, y de manera particular, en la elaboración de cazuelas, talavera y macetas de barro. Dicha actividad se ha conservado generación tras generación, y sin duda hoy en día se encuentra vigente a pesar de la introducción de nuevos materiales y diseños al mercado; cabe señalar que, aunado a lo anterior, la elaboración de esta artesanía es laboriosa e incluso en algunas ocasiones su costo no llega a cubrir los gastos que se invierte. Es por ello que hemos visitado Santiaguito con el fin de conocer más a fondo el procedimiento de elaboración, distribución y rentabilidad del oficio.
sobresale en el oficio de la alfarería, y de manera particular, en la elaboración de cazuelas, talavera y macetas de barro. Dicha actividad se ha conservado generación tras generación, y sin duda hoy en día se encuentra vigente a pesar de la introducción de nuevos materiales y diseños al mercado; cabe señalar que, aunado a lo anterior, la elaboración de esta artesanía es laboriosa e incluso en algunas ocasiones su costo no llega a cubrir los gastos que se invierte. Es por ello que hemos visitado Santiaguito con el fin de conocer más a fondo el procedimiento de elaboración, distribución y rentabilidad del oficio.
María
García Enríquez y su familia
llevan ya más de cuarenta años en la elaboración de cazuelas de barro, siendo sus
abuelos quienes iniciaron el oficio. Actualmente, su esposo, hermanos, y
uno de sus hijos siguen en la producción de la artesanía, con alrededor de
cinco a siete personas trabajando en el taller, mismo que se encuentra ubicado
en su domicilio particular. La materia
prima, el barro, es extraído de parajes de la misma comunidad; los leños
utilizados para la cocción de las cazuelas, se obtienen de diversas localidades
del municipio, y el promedio de tiempo para la obtención del producto oscila
entre tres a cinco días.
El procedimiento para la elaboración de
producto consiste en la extracción del barro; la mezcla del mismo se hace con
dos tipos de barro: el rojo y amarillo además de tierra negra para darle una
consistencia sólida evitando su quiebre. Posteriormente se procede a amasar el
barro, la tierra negra y agua tomando una consistencia suave y moldeable para
poder manipularla dentro de los moldes que ya se tienen; el promedio de
elaboración de una pieza es de aproximadamente ocho minutos.
Después de que se
ha tomado la forma precisa se sigue con el secado de la pieza, misma que se
logra con la exposición a la intemperie bajo los rayos del sol con un tiempo promedio
de cinco a ocho horas; este proceso suele ser el más delicado ya que se
requiere de mucha delicadeza y de las condiciones apropiadas para que el barro
no se agriete y se rompa en la manipulación. Ya que la pieza se encuentra
totalmente seca, se limpia y se prepara el horno con ocote y pino para la
cocción, misma que dura un aproximado de dos horas, a una temperatura de 750°C.
Finalmente y ya que se han enfriado las piezas, se sacan del horno para
poder dar los últimos detalles que consisten en la decoración, es decir, la
aplicación de alguna figura (flores generalmente) y al esmalte color cobre para darle brillo. La
familia García Enríquez produce un aproximado mensual de veinte docenas, mismas que son distribuidas
no sólo en el municipio, sino también en la Central de Abastos de la ciudad de
Toluca. Aunque la familia asegura que la rentabilidad no suele ser en gran magnitud, es suficiente para poder seguir con el
oficio.
Por su parte el caso el Señor Juan Carlos Calvo, quién se
dedica a la elaboración de cazuelas, talavera, macetas y jardineras, utiliza un procedimiento diferente
ya que hace uso de tornos para la creación de las piezas; si bien la materia
prima se obtiene de la misma comunidad, utiliza el barro rojo, amarillo y
tierra negra para lograr una mejor consistencia.
El procedimiento de elaboración consiste
en la mezcla de los dos tipos de barro, es decir, rojo, amarillo y tierra
negra, el agua necesaria y por supuesto los tornos donde se coloca el barro ya
mezclado y comienza a darle forma a la maceta, según sea el caso, rectangular,
circular grandes o pequeñas en un aproximado de diez minutos por pieza. Las
macetas son secadas a temperatura ambiente dentro del mismo taller, y posteriormente
son metidas al horno utilizando leña de pino, aserrín y cascara de coco a una
temperatura de 700° C en un tiempo de seis a ocho horas; ya listas, se comienza
con el decorado usando color chocolate y caoba principalmente, así como los
diseños en cuanto a las figuras, mismos que se encuentran patentados por la
familia.
Así mismo, considera que la utilidad es suficiente
para la inversión en nuevos diseños puesto que se han expandido, en la
distribución de su producto, al Distrito Federal, Metepec y viveros del Estado
de México. Don Juan Carlos afirma que pertenece a la Asociación “Unión de
Artesanos del Estado de México”, dónde ha obtenido apoyo financiero.
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